DECIDE MIRARTE AL ESPEJO
Es preciso reconocer que cada ser humano es diferente en
forma, estatura y peso; por lo tanto, no existe la forma perfecta. Aceptar tu
cuerpo tal como es y sentirte bien con tus formas requiere celebrar tu
individualidad y finalmente hacer las paces con el reflejo que ves en el
espejo.
Amar tu cuerpo significa buscar un equilibrio mental, de
alimentación y actividad física. Con tu bienestar en mente, evitarás caer en
las dietas que prometen soluciones rápidas para bajar de peso y te concentrarás
en encontrar un plan de alimentación que te permita disfrutar de una salud
óptima y duradera.
Analiza tus pensamientos y practica los siguientes consejos
que te ayudarán a romper con la obsesión por lograr la perfección física:
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Expande tu vocabulario con palabras como "yo valgo" y evita el
"yo luzco".
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No veas a tu cuerpo por partes, sino como una unidad.
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Ejerce sabiduría con los medios de comunicación. La mayoría de las imágenes de
revistas ha sido retocada por la tecnología; hasta las modelos tienen sus
fallas.
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Rechaza la idea de que las dietas rápidas, las cremas "milagrosas" o
la cirugía plástica sean las soluciones para transformar y mejorar tu vida en todos
los sentidos.
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Descríbete de forma positiva y evita usar palabras negativas que destruyan tu
amor propio.
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¡Sé paciente! Crear o romper un hábito toma tiempo, pero se puede lograr.
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Reconoce que la belleza se acaba. Cultiva y alimenta las cosas duraderas, como
tu mente, el amor, la amistad y los buenos momentos en tu vida.